El próximo encuentro del Club de Lectura, en colaboración con el Instituto Cervantes
de Lisboa y coordinado por la escritora Karla Suárez, tendrá lugar el 26 de
abril a las 18h30 en la Biblioteca del Instituto Cervantes para comentar los cuentos de Virgilio Piñera.
Y, como es abril, celebramos ese día el día del libro.
A leer: cuentos de varios libros
Y, como es abril, celebramos ese día el día del libro.
A leer: cuentos de varios libros
Cuentos:
• La carne (Del libro Cuentos fríos)
• La boda (Del libro Cuentos fríos)
• La batalla (Del libro Cuentos fríos)
• En el insomnio (Del libro Cuentos fríos)
• El infierno (Del libro Cuentos fríos)
• Grafomanía (Del libro El que vino a salvarme)
• Natación (Del libro El que vino a salvarme)
• La montaña (Del libro El que vino a salvarme)
• Unión indestructible (Del libro El que vino a salvarme)
• La muerte de las aves (Del libro Un fogonazo)
Aunque a Virgilio Piñera gustase de autodefinirse como “teatral”, lo cierto es que fue un excelente “cuentista”. No sólo escribió relatos a lo largo de toda su vida, sino que les confirió un estilo y una singularidad tan característicos que su obra ha pasado a ocupar un lugar preeminente en la nómina del cuento hispanoamericano del siglo XX. Junto con sus extraordinarias piezas teatrales, el género cuento figura de modo central en su universo literario.
Virgilio Piñera (Cárdenas, 1912 - La Habana, 1979). Poeta, narrador y dramaturgo considerado uno de los autores más originales de la literatura cubana. Colaboró en publicaciones cubanas como la revista Orígenes (en cuyo entorno figuraron J. Lezama Lima y Cintio Vitier, con quien Piñera mantuvo más de una polémica). Vivió en Argentina entre 1946 y 1958 donde se relacionó con el grupo de escritores liderados por Macedonio Fernández, que incluía a J. L. Borges. De regreso a La Habana, en vísperas de la Revolución, asistió allí al estreno de algunas de sus obras teatrales y colaboró en La Gaceta de Cuba. Entre sus obras poéticas figuran: Las furias (1941), La isla en peso (1943), La vida entera (1968). Entre sus libros de relatos: Cuentos fríos (1956), Un fogonazo (1967) y Muecas para escribientes (1968), y entre sus obras de teatro Electra Carrigó (1941), El filántropo (1960) y, sobre todo, Dos viejos pánicos, que obtuvo el premio Casa de las Américas en 1968. En novela: La carne de René (1952), Pequeñas maniobras (1963) donde recrea la vida de un hombre deshecho por el miedo, Presiones y diamantes (1967) en la que reconstruye una sociedad fría donde ya no hay lugar para la comunicación, proceso que culmina en El que vino a salvarme (1970). Otras obras aparecidas póstumamente son En el país del arte (ensayo), Teatro inédito y parte de su archivo epistolar.
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