De vuelta del
verano, retomamos nuestros encuentros literarios.
El próximo encuentro del Club de Lectura, en colaboración con el Instituto Cervantes de Lisboa y coordinado por la escritora Karla Suárez, tendrá lugar el 3 de octubre a las 18h30 en el auditorio del Instituto Cervantes para comentar la novela Nada de Carmen Laforet.
Libro a leer: Nada
Andrea llega a Barcelona para estudiar Letras. Sus ilusiones chocan, inmediatamente, con el ambiente de tensión y emociones violentas que reina en casa de su abuela. Andrea relata el contraste entre este sórdido microcosmos familiar poblado de seres extraños y apasionantes y la frágil cordialidad de sus relaciones universitarias, centradas en la bella y luminosa Ena. Finalmente los dos mundos convergen en un diálogo dramático.
Comparada por la crítica con Cumbres borrascosas, Nada destaca tanto por su prosa fresca y directa como por la extraordinaria sensibilidad en la recreación de una voz femenina. Cuando el libro acaba, el lector tiene la seguridad de poder encontrar, al volver la esquina, a una muchacha pálida y triste, con toda la fuerza de su juventud condensada en el mirar. Es Andrea, absorta, queriendo algo, sin saber qué. Como el resto de los protagonistas, ha nacido a la vida real por un prodigio de la creación artística.
Carmen Loforet (Barcelona, 1921 – Madrid, 2004). Su familia se trasladó a Canarias cuando ella tenía dos años de edad. Ya con dieciocho regresó a Barcelona para estudiar Filosofía y Letras y Derecho, pero no llegó a terminar ninguna de las dos. Tres años más tarde se fue a Madrid. En 1944, con veintitrés años, ganó la primera edición del Premio Nadal con su novela Nada, que tuvo un enorme éxito de público y de crítica, y que, en 1948 obtuvo también el Premio Fastenrath de la RAE. Poco después Carmen contrajo matrimonio con el periodista y crítico literario Manuel Cerezales con quien tuvo cinco hijos. Los años que siguieron fueron intensos. A Nada le siguieron La isla y los demonios, La mujer nueva (Premio Menorca de Novela y Premio Nacional de Literatura del Ministerio de Cultura). En 1963 su creciente prestigio hizo que Editorial Planeta se interesara por su obra y publicara La insolación, prevista como la primera entrega de una trilogía titulada Tres pasos fuera del tiempo. La década de los setenta estuvo marcada por sus frecuentes depresiones, el divorcio y un rechazo cada vez mayor de la vida pública. Después de mucho tiempo siendo objeto de admiración, las dificultades económicas, las rencillas de los círculos literarios y el ambiente politicosocial, la fueron llevando a un retiro voluntario. Con los años, la memoria de la fértil escritora y su salud física se fueron debilitando. Finalmente, derrotada por el Alzheimer, falleció el 28 de febrero de 2004.
Comparada por la crítica con Cumbres borrascosas, Nada destaca tanto por su prosa fresca y directa como por la extraordinaria sensibilidad en la recreación de una voz femenina. Cuando el libro acaba, el lector tiene la seguridad de poder encontrar, al volver la esquina, a una muchacha pálida y triste, con toda la fuerza de su juventud condensada en el mirar. Es Andrea, absorta, queriendo algo, sin saber qué. Como el resto de los protagonistas, ha nacido a la vida real por un prodigio de la creación artística.
Carmen Loforet (Barcelona, 1921 – Madrid, 2004). Su familia se trasladó a Canarias cuando ella tenía dos años de edad. Ya con dieciocho regresó a Barcelona para estudiar Filosofía y Letras y Derecho, pero no llegó a terminar ninguna de las dos. Tres años más tarde se fue a Madrid. En 1944, con veintitrés años, ganó la primera edición del Premio Nadal con su novela Nada, que tuvo un enorme éxito de público y de crítica, y que, en 1948 obtuvo también el Premio Fastenrath de la RAE. Poco después Carmen contrajo matrimonio con el periodista y crítico literario Manuel Cerezales con quien tuvo cinco hijos. Los años que siguieron fueron intensos. A Nada le siguieron La isla y los demonios, La mujer nueva (Premio Menorca de Novela y Premio Nacional de Literatura del Ministerio de Cultura). En 1963 su creciente prestigio hizo que Editorial Planeta se interesara por su obra y publicara La insolación, prevista como la primera entrega de una trilogía titulada Tres pasos fuera del tiempo. La década de los setenta estuvo marcada por sus frecuentes depresiones, el divorcio y un rechazo cada vez mayor de la vida pública. Después de mucho tiempo siendo objeto de admiración, las dificultades económicas, las rencillas de los círculos literarios y el ambiente politicosocial, la fueron llevando a un retiro voluntario. Con los años, la memoria de la fértil escritora y su salud física se fueron debilitando. Finalmente, derrotada por el Alzheimer, falleció el 28 de febrero de 2004.