El próximo encuentro del Club de Lectura, en colaboración con el Instituto
Cervantes de Lisboa y coordinado por la escritora Karla Suárez, tendrá lugar el
20
de enero a las 18h30 en el auditorio del Instituto Cervantes para comentar
la novela Insolación de Emilia
Pardo Bazán.
Libro a leer: Insolación
Libro a leer: Insolación
Asís Taboada, viuda de su tío, el Marqués de Andrade, desde hace dos años, se verá sometida, como prácticamente todas las protagonistas de las novelas decimonónicas, a los impulsos del instinto y a las apetencias del deseo ante los intentos de seducción de Pacheco, un joven andaluz. Se debatirá, incluso, entre los dictámenes de la razón y los del sentimiento, entre el determinismo social y el fisiológico. Todo el proceso de seducción y la caída de la protagonista en brazos del conquistador es presentado por la autora bajo la metáfora de la insolación, que puede situarse entre el recurso naturalista y el finisecular, por ser a la par naturaleza y símbolo.
Primeras líneas:
La primer señal por donde Asís
Taboada se hizo cargo de que había salido de los limbos del sueño, fue un dolor
como si le barrenasen las sienes de parte aparte con un barreno finísimo; luego
le pareció que las raíces del pelo se le convertían en millares de puntas de
aguja y se le clavaban en el cráneo. También notó que la boca estaba
pegajosita, amarga y seca; la lengua, hecha un pedazo de esparto; las mejillas
ardían; latían desaforadamente las arterias; y el cuerpo declaraba a gritos
que, si era ya hora muy razonable de saltar de cama, no estaba él para
valentías tales.
Emilia Pardo Bazán
(1851-1921) está considerada la mejor novelista española del siglo XIX y una de
las escritoras más destacadas de nuestra historia literaria. Además de novelas
y cuentos, escribió libros de viajes, obras dramáticas, composiciones poéticas
y numerosísimas colaboraciones periodísticas, a través de las cuales su
presencia fue constante en la España de su tiempo. Con su obra y con su vida
puso de manifiesto la capacidad de la mujer para ocupar en la sociedad los
mismos puestos que el varón, sin renunciar a lo específicamente femenino.